Saturno es el planeta que representa todos los límites a los que no nos queda más remedio que adaptarnos y respetar. Es la disciplina, el esfuerzo, la seriedad y todo aquello que representa la autoridad, tanto externa como interna.

Nos hace buscar la aprobación social a través del acatamiento de las normas establecidas y nos recuerda que no es posible satisfacer todos nuestros deseos. Es por tanto el planeta a vencer para que la Ley de la Atracción funcione para nosotros.

El Signo y la Casa en donde tengamos a Saturno en nuestra Carta Natal nos dirá qué es lo más importante para nosotros pero en lo que, al mismo tiempo, nos sentimos inadecuados por lo que nos obligamos a trabajar buscando la excelencia y la perfección.

 Con Saturno en Tauro la seguridad económica pasa a un primer plano. Estas personas necesitan cerciorarse de que sus necesidades básicas van a estar cubiertas. Este miedo a la pobreza les puede llevar a ser excesivamente acumuladoras y a juzgar a los demás, no por lo que son, si no por lo que tienen. En el fondo hay avaricia y codicia.

Pero ser tan conservadores con los gastos les hace buenos gestores y administradores, tanto de los propios recursos como de los ajenos.

En esta posición Saturno restringe el gusto taurino por el confort por lo que se convierten en personas austeras. Hay dificultad para conectar con el disfrute y el placer y solamente se lo permitirá una vez haya acabado sus tareas.

Por otro lado son personas pacientes, francas y estables.

Su lado oscuro puede ser o bien la auto-inhibición no permitiéndose brillar y ganar todo el dinero que puede, lo que me generará frustración y depresión. O bien una actitud demasiado optimista pensando que puede crear las circunstancias para enriquederse cuando quiera, lo que le llevará a la banca rota.