¿Quién no conoce El Señor de los Anillos? Con esta obra se popularizó el término alta fantasía para diferenciarla de relatos más simples y menos elaborados. Lo que distingue la fantasía de Tolkien de la de otros escritores es el meticuloso trabajo de construcción de un universo mítico, en el que no escatimó ningún detalle. Creó lenguas propias (como el élfico), diseñó mapas detallados y estableció una mitología completa que da profundidad y coherencia a sus relatos.
J.R.R. Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, Sudáfrica, entonces parte del Imperio Británico. Sus padres, de origen inglés, planearon regresar a Inglaterra debido a que el clima sudafricano no era favorable para su salud. En un primer momento, su madre, junto con Tolkien y su hermano Hilary Arthur, se trasladó a Inglaterra, esperando que el padre pudiera reunirse con ellos más adelante. Sin embargo, este falleció repentinamente, dejando a la familia sin ingresos. Ante esta situación, se mudaron con la familia materna en Birmingham.
No obstante, esta protección duró poco, ya que la madre de Tolkien decidió convertirse al catolicismo, lo que provocó el distanciamiento con sus parientes. Gracias a la ayuda del sacerdote andaluz Francis Xavier Morgan pudieron instalarse en una pequeña casa. Morgan, además de convertirse en su tutor, enseñó español a Tolkien, quien desde joven mostraba una gran inclinación por el estudio de los idiomas.
En 1904, su madre falleció, y los hermanos Tolkien ingresaron en un orfanato bajo la tutela del mismo sacerdote. Durante esta etapa, Tolkien conoció a Edith Mary Bratt, quien se convertiría en el gran amor de su vida. Sin embargo, debido a que ella era mayor que él, Francis Xavier Morgan le prohibió mantener contacto con ella hasta cumplir 21 años. Tolkien respetó esta condición y cinco años después, en cuanto alcanzó la edad acordada, le envió una carta pidiéndole matrimonio. Edith aceptó, aunque tuvo que romper un compromiso previo que había asumido al pensar que Tolkien la había olvidado. Permanecieron juntos hasta el final de sus vidas y, a su muerte, Tolkien pidió que los enterraran juntos, con las inscripciones Lúthien y Beren en su lápida, en referencia a la inolvidable historia de amor entre una elfa y un humano que aparece en El Silmarillion.
Tras combatir en la Primera Guerra Mundial, Tolkien tuvo varios empleos menores hasta que, en 1919, ingresó como profesor en la Universidad de Oxford, donde permaneció hasta su retiro en 1959. En Oxford, fundó junto con otros escritores el grupo Inklings, con quienes compartía su pasión por la literatura fantástica y la poesía. En 1937, publicó su primera gran obra, El Hobbit, y en 1954 apareció la trilogía de El Señor de los Anillos, que le otorgó reconocimiento mundial. Como dato curioso, en 1961 C.S. Lewis (autor de Las crónicas de Narnia) lo propuso como candidato al Premio Nobel de Literatura, pero el jurado desestimó la nominación al considerar que su prosa no tenía suficiente calidad literaria.
Vamos a analizar la Carta Natal de J.R.R. Tolkien para entender mejor la genialidad detrás de su universo literario.
Rasgos principales de su Carta Natal
Sol en el segundo decanato de Capricornio en Casa 5
El Sol en Capricornio es característico de personas serias y trabajadoras que comprenden la importancia de la perseverancia para alcanzar sus metas. No se dejan abatir por los fracasos, pues los ven como aprendizajes que los fortalecen a largo plazo. Un dato interesante es que el éxito suele llegarles después de su segundo retorno de Saturno, algo que se confirma en el caso de Tolkien: su segundo retorno fue en 1951 y, solo un par de años después, publicó El Señor de los Anillos. Además, su obra es profundamente capricorniana, ya que se basa en una estructura sólida y meticulosa, con un universo detalladamente construido.
El segundo decanato de Capricornio está asociado con Leo, lo que indica una personalidad que no se somete fácilmente a autoridades externas y prefiere seguir su propio camino. Esto encaja perfectamente con Tolkien, quien no se dejó llevar por las tendencias literarias de su época y se dedicó a desarrollar su propio estilo y mundo narrativo.
Por último, el hecho de que su Sol esté en Casa 5 es clave, ya que esta casa rige la creatividad y las obras propias. También está relacionada con el amor romántico, un aspecto fundamental en su vida, como vimos en su historia con Edith.
Luna en Piscis
La Luna representa, entre otras cosas, la figura materna, y en Piscis nos habla de una madre profundamente espiritual. Ya mencionamos cómo la madre de Tolkien abrazó el catolicismo a pesar de ser rechazada por su familia, lo que concuerda con esta posición lunar.
Pero la Luna también simboliza cómo encontramos seguridad emocional. Con la Luna en Piscis, el refugio emocional se encuentra en la fantasía, los cuentos y los mitos… ámbitos en los que Tolkien brilló.
Ascendente en Virgo
El Ascendente determina la primera impresión que damos y los tipos de experiencias recurrentes en nuestra vida. En Virgo, se proyecta una imagen de inteligencia, meticulosidad y formalidad, rasgos que sin duda caracterizaban a Tolkien.
Desde el punto de vista del destino, quienes tienen este Ascendente suelen enfrentarse a situaciones en las que deben aprender a optimizar los recursos disponibles, pues con frecuencia atraviesan períodos de escasez. Esto se refleja en la infancia de Tolkien, marcada por dificultades económicas tras la muerte de sus padres.
Otros aspectos relevantes
Carta Conjuntival – Luna Creciente – Progresión en la vida
Tolkien nació con Luna Creciente, lo que según la Astrología Tradicional indica que sus condiciones de vida mejorarían con el tiempo.
Júpiter en Casa 7 – Suerte en el matrimonio
Júpiter en Casa 7 es una posición tradicionalmente asociada a la buena fortuna en el matrimonio. En el caso de Tolkien, se refleja en su historia con Edith: un amor que superó obstáculos y perduró toda la vida.
Saturno cuadratura Mercurio + Mercurio sextil Luna
Este es, sin duda, el aspecto más significativo de su carta y el que mejor explica su talento.
Curiosamente, todos estos planetas se encuentran al comienzo de sus respectivos signos, donde se pueden expresar con mayor fuerza. Además, forman aspectos muy exactos que influyen notablemente en su destino:
-
Saturno en 0º07′ de Libra
-
Mercurio en 0º04′ de Capricornio
-
Luna en 0º46′ de Piscis
Mercurio es el regente de su Ascendente y se encuentra en un signo de Tierra (al igual que el signo Ascendente, Virgo), lo que refuerza su naturaleza analítica y estructurada. La combinación de estos aspectos sugiere que cuando se activaba su Mercurio (procesos intelectuales), su Luna en Piscis (imaginación y fantasía) también se ponía en marcha, junto con Saturno (estructura y disciplina).
Este equilibrio entre imaginación y orden es clave en su capacidad para crear un universo literario tan detallado y coherente como el de El Señor de los Anillos.
Si quieres seguir leyendo más artículos, te invito a que visites la sección de ASTRONEWS
Y si quieres que analice la Carta Natal de un famoso, puedes escribirme a hablamos@enastrologico.com