Septiembre siempre trae un sabor agridulce porque las vacaciones se acaban, pero comienza un nuevo curso con nuevos proyectos e ilusiones. Además es el mes del equinoccio cuando damos la bienvenida al Otoño.

Pero este mes el cielo viene con movimientos muy interesantes, sobre todo para las personas que buscan pareja. Hay tránsitos muy prometedores durante todo el mes pero además todos tendremos nuestro regalo especial.

El mismo 1 de septiembre Venus, el planeta del amor, hace un trígono a Plutón en Capricornio y a Urano en Tauro. Es una configuración muy benéfica que habla de nuevos encuentros donde hay pasión y autenticidad. Todos nos sentiremos de mejor humor, más abiertos y con ganas de socializar.

El martes 3 Plutón vuelve por última vez a Capricornio después de ocho meses en Acuario. Es una energía compleja y muy intensa pero que a las personas con planetas o ángulos en signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) les dejará un regalo de despedida en el sector en que les afecte este transito.

Además ese mismo día hay Luna Llena en Virgo que se da en oposición a Saturo, regente de Capricornio, que aumentará nuestras responsabilidades y compromisos. Tener a Saturno en oposición, es como trabajar con el jefe enfrente, quizás no te apetezca, pero vas a trabajar más que nunca. Eso si, con dedicación y esfuerzo, el éxito esta asegurado en todo lo que se emprenda estos días.

El jueves 5 Marte pasa a Cáncer, signo en el que no esta muy a gusto. A Marte le gusta ir a por lo que quiere, es la agresividad y la autoafirmación, pero Cáncer es un signo huidizo que prefiere dar rodeos. En general, hará que todos nos sintamos más sensibles y emocionales, pero nos costará luchar por lo nuestro.

El viernes 6 hay otro aspecto super positivo para el amor, porque Júpiter en Géminis hace un bonito trígono a Venus en Libra. Si estas en busca del amor, apúntate esta fecha.

El domingo 8 se perfecciona una oposición del Sol en Virgo a Saturo en Piscis, y volvemos a tener la sensación de que nos limitan desde fuera o que no podemos hacer lo que nos apetece porque hay mil obligaciones que atender. Pero ya es la última mala jugada de Saturno por el momento, porque a partir del 10 deja de estar activa la cuadratura a Júpiter y por fin notamos como nos liberamos y volvemos “a tener suerte”. Además ese mismo día Mercurio pasa a su domicilio, Virgo, y nos notamos más pragmáticos y metódicos. Las metas se aclaran y hay buenos resultados.

El domingo 15 vuelve a haber una buena configuración para el amor porque Venus en Virgo recibe un bonito trígono de Júpiter en Géminis. Cómo te decía al principio, si estas buscando a alguien especial, este mes tienes al cielo de tu parte.

El miércoles 18 hay un Eclipse Lunar en Piscis, y además en conjunción con Neptuno. Es una configuración importante para todos pero sobre todo para los que tengan planetas o ángulos en este signo. Los eclipses lunares son finales, abandonamos algo que ha cumplido su función, pero además Piscis simboliza la disolución. Son días para acompañar la muerte de emociones y recuerdos (la Luna) que no nos dejan evolucionar y crecer. El año que viene Neptuno y Saturno van a pasar a Aries, y Piscis va a tener un cambio total para mejor porque ambos planetas, aunque Neptuno es su regente, han supuesto un lastre en el área de la carta afectada. Hablaremos mucho de esto en los próximos meses. A nivel mundano Piscis y Neptuno representan al agua, así que ten cuidado con inundaciones en tu hogar o fugas de cualquier tipo.

El sábado 21 volemos a tener otra configuración positiva para el romance porque el Sol hace un trígono a Plutón que nos muestra su mejor versión. Y además al día siguiente el Sol entra en Libra, que es el signo de las relaciones, dando por inaugurado el otoño. Buscamos relaciones con compromiso, más intensas y transformadoras y donde nos podemos mostrar tal y como somos.

Por si fuera poco, el lunes 23 Venus entra en Escorpio y nos volvemos mas sexuales e intensos. Si comienzas una relación durante estos días se convertirá en algo muy importante en tu vida.

En resumen, un mes para enamorar y enamorarnos.