¡Ya llego el verano! Y ya comenzamos el segundo semestre del año, aunque parezca mentira, pero el tiempo vuela.
Julio arranca con Júpiter en Cáncer alejándose de la influencia restrictiva de Saturno en Aries, que ha estado marcando el ritmo desde que ingresó en este signo. Desde que Júpiter entró en Cáncer, sus bendiciones han estado bloqueadas por Saturno, pero a partir de este mes empezaremos a notar que nuestros proyectos avanzan con mayor fluidez y nuestras relaciones mejoran. El 12 de julio, Saturno inicia su movimiento retrógrado, regresando a Piscis el 1 de septiembre, lo que alegrará a algunos y entristecerá a otros.
El mes comienza con Venus en los últimos grados de Tauro, unida a Urano y en un aspecto favorable con Plutón en Acuario. Sin embargo, el 4 de julio, Venus comienza su tránsito por Géminis, intensificando aún más su conexión con Plutón. Esto nos llevará a sentir una necesidad profunda de construir vínculos más significativos. Durante unos días, experimentaremos un impulso irrefrenable de transformar la manera en que nos relacionamos, buscando lo nuevo con gran intensidad.
Este cambio está impulsado por Urano, el planeta más disruptivo del zodíaco, que ingresa en Géminis el 7 de julio, trayendo transformaciones súbitas e inesperadas. Urano actúa con una rapidez fulgurante, obligándonos a dejar atrás lo antiguo y a abrir las puertas de par en par a lo nuevo. En Géminis, revolucionará la comunicación y el movimiento, inspirándonos a encontrar nuevas formas de expresar nuestras ideas.
A nivel colectivo, Urano puede generar ciertos trastornos para dar paso a lo nuevo. Podríamos enfrentarnos a apagones prolongados que afecten a varios países (cómo ya ocurrió en España el pasado abril) o a situaciones que nos empujen a adoptar nuevas fuentes de energía. La energía de Urano es radical, impredecible y disruptiva, exigiendo cambios rápidos y definitivos. En un signo de aire mutable como Géminis, podríamos experimentar transformaciones en la comunicación, el transporte terrestre y aéreo, así como en la educación. Todo sucederá a la velocidad del rayo. Pero Urano en un signo mutable nos empuja a explorar nuevas posibilidades.
El 12 de julio, la Luna Llena en Capricornio llega en tensión con Quirón, instándonos a sanar heridas del pasado que ya no deberíamos cargar. Esta lunación nos conecta con temas familiares, pero nos pide firmeza para poner orden en el caos y construir una nueva vida.
El 18 de julio, Mercurio inicia su retrogradación a 15 grados de Leo, marcando tres semanas de retrasos, confusiones y malentendidos, típicos de este periodo. Es recomendable evitar comprar dispositivos electrónicos, televisores, automóviles, móviles u ordenadores durante estas semanas, ya que podríamos tener muchos problemas.
El 25 de julio, la Luna Nueva en los primeros grados de Leo recibe un aspecto tenso de Plutón en Acuario, iniciando un periodo de unas tres semanas de tensiones, conflictos y transformaciones tanto a nivel personal como colectivo. Será una lunación complicada, con disputas de poder marcadas por la arrogancia, el autoritarismo y acciones exageradas. Las guerras comerciales, intensificadas con la entrada de Urano en Géminis, podrían dar paso a movimientos drásticos y nuevos conflictos globales.
El mes concluye con Venus entrando en Cáncer, acercándose a Júpiter, pero recibiendo de inmediato la tensión de Saturno y Neptuno retrógrados en Aries. Esto nos obligará a hacer un balance detallado de nuestras relaciones afectivas, especialmente las más profundas. Los primeros días de Venus en Cáncer podrían ser exigentes, pero pronto la energía cambiará radicalmente, con la cercanía de Venus a Júpiter y el alejamiento de Neptuno y Saturno. Los romances florecerán y las relaciones existentes se llenarán de mayor calidez y afecto.
Julio promete ser un mes intenso, con cambios inesperados que podrían redefinir el orden mundial. Seguiremos observando con atención estas transformaciones que marcarán el inicio de un nuevo paradigma personal y social.
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