Este mes de agosto comienza con una Luna Nueva en Leo el día 4, acompañada por un aspecto benéfico a Júpiter y Marte en Géminis. Podemos esperar días de alegría y buen humor, ya que cuando la Luna Nueva forma un buen aspecto con Júpiter, hay buenas noticias y momentos de disfrute.

El mismo día 4, Mercurio en Virgo comienza su movimiento retrógrado, que durará hasta finales de mes. Algunos problemas laborales pueden estancarse y quizá sea necesario reevaluar los objetivos y metas. Si estás buscando una nueva posición, contacta primero con empresas con las que ya hayas trabajado previamente. También es un momento en el que la salud puede resentirse.

Venus entra en Virgo el día 5 y se une a Mercurio retrógrado, por lo que es importante estar atentos a la comunicación en nuestras relaciones personales y laborales, ya que podrían surgir malentendidos. Venus en Virgo nos hace más éticos en las relaciones, pero también más críticos y detallistas, facilitándonos enfocarnos en el trabajo.

En este periodo, Júpiter en Géminis recibe un aspecto duro de Saturno en Piscis, desafiando nuestros valores y nuestra fe. Reevaluamos nuestras creencias, volviéndonos más pesimistas, y nuestra «suerte» puede parecer amenazada. Sin embargo, esta influencia nos brinda la capacidad de crear condiciones de crecimiento a través del esfuerzo, ofreciendo oportunidades para consolidar nuestra posición en la sociedad. Debemos estar atentos a la inestabilidad emocional, alternando entre la fe y el miedo. Durante esta etapa, podemos construir estructuras en nuestras vidas que traerán beneficios duraderos, aunque nuestro estado de ánimo sea variable.

Afortunadamente, el aspecto benéfico del Sol en Leo con Júpiter y Marte sigue trayendo buenas noticias. Este aspecto se mantendrá hasta mediados de mes, por lo que, a pesar de las confusiones de Mercurio retrógrado, podremos disfrutar de alegrías y buenos resultados en nuestros proyectos. Es una fase en la que tendremos la energía para revertir cualquier tendencia negativa.

El día 14, Mercurio retrógrado regresa a Leo y nuestra energía mental cambia de ritmo. Aunque esté retrógrado, nos volvemos más comunicativos, extrovertidos y sociables. Debemos seguir siendo cautelosos con los malentendidos y estar atentos en acuerdos y negociaciones. A partir de ese mismo día, Venus en Virgo siente la presión de Saturno en Piscis, lo que nos hace más conscientes de nuestras relaciones y finanzas. En esta etapa, podemos ser más reservados y gruñones, decididos a enfrentar las dificultades a pesar de los miedos. Trabajamos arduamente y nos enfocamos en nuestros objetivos, pero no es el mejor momento para tomar decisiones definitivas en las relaciones.

Desde el día 17, el Sol en Leo recibe la presión de Urano en Tauro, por lo que debemos ser cuidadosos con las actitudes impulsivas y el aumento de la ansiedad. Esta tendencia continúa hasta el día 22, cuando el Sol entra en Virgo.

La Luna Llena del 19 en los últimos grados de Acuario, en aspecto duro con Mercurio retrógrado y Urano en Tauro, nos pide atención a los malentendidos y a las decisiones impulsivas. Hay una fuerte tendencia a la ansiedad y es probable que veamos un aumento de las manifestaciones sociales en todo el mundo.

El día 22, con la entrada del Sol en Virgo, el trabajo toma protagonismo. Nos volvemos más organizados, metódicos y críticos, preocupados por mantener todo en orden. La vida práctica cobra fuerza y podemos organizar nuestra rutina con mayor facilidad, enfocándonos en el trabajo diario y cuidando nuestra salud.

A partir del día 25, Venus en Virgo recibe un buen aspecto de Urano en Tauro, y nuestras relaciones se vuelven más libres. La crítica y la organización excesivas ceden paso a una sensación de liberación de las reglas y el orden, haciendo la vida menos tensa.

Por último, el día 29, Mercurio retoma su movimiento directo en Leo y la vida avanza sin los pequeños obstáculos del día a día, especialmente en el trabajo, dejando atrás las preocupaciones y los malentendidos.

¿Qué significa que un planeta este retrógrado?