Júpiter está detrás de esa sensación de que todo va bien y representa la confianza que sentimos al sabernos conectados a realidades que están más allá de los intereses del ego personal. Júpiter es la voz interior que nos pide que nos mejoremos a nosotros mismos, mirando al futuro con optimismo y esperanza.
Es el planeta de la Ley de Atracción, porque es responsable de magnificar aquello a lo que le prestamos atención y el que nos hace percibir los sincronismos. La fortaleza de Júpiter realmente viene de su generosidad, porque quiere el bien común y huye de todo tipo de egoísmo.
Cuando Júpiter está en un signo de Fuego, hay mucha vitalidad, sed de automejora y de empujar los límites. Solo se interesará por aquello que es útil para la vida y no tanto por simplemente ganar dinero. Sin embargo, hay un punto importante de dogmatismo y arrogancia intelectual que le hace ser desconsiderado con el otro o directamente ignorarlo.
Una persona con Júpiter en Leo le da mucha importancia al valor de la persona como tal. Expresa sus convicciones para visibilizar su sabiduría porque hay cierta necesidad de sentirse identificado como alguien sabio.
Es una posición que hace de la persona un artista, un creador, pero necesita tener éxito y reconocimiento de los demás para sentirse confiado. Si no lo consigue, cae en la depresión.
Cómo estudiante siente que él debe ser su propio maestro y solo siente verdadera fe cuando confía en sí mismo. Hay una sensación innata de orgullo, de tener capacidades y conocimientos que no tienen los demás.
En los afectos, tiende a ser muy leal y lo expresará con exageración y teatralidad. Muy social, es el típico anfitrión admirado en fiestas o reuniones sociales.
Conoce la energía del signo.