El trígono Venus-Saturno aporta relaciones maduras y estables, combinando placer y responsabilidad. Favorece vínculos sólidos, leales y basados en la realidad.
El trígono es un aspecto armónico de la naturaleza de Aries – Leo por lo que une a dos planetas del mismo elemento que colaboraran sin ningún tipo de obstáculo. Suelen simbolizar un talento innato de la persona y dan mayor resistencia y estabilidad frente a los cambios. Sin embargo, esta misma facilidad se puede volver en contra ya que no prepara para los cambios que traerán los tránsitos de planetas lentos.
Venus representa todo aquello que nos gusta y la manera en la que intentamos hacernos felices tanto a nosotros mismos como a los demás. Es la forma en que intentamos seducir y atraer a los otros por lo que también influye en cómo nos vestimos y nos mostramos. El signo en el que esté, representa la energía que nos gusta y a la que debemos acudir cuando nos sentimos mal. Los aspectos recibidos por Venus reflejaran la importancia que tiene para nosotros sentirnos valorados y amados y como lo demostramos. Cuando Venus aspecta a otro planeta los flexibiliza y lo hace más dócil. Siempre se debe analizar juntos a Venus y Marte.
Saturno representa los límites y el temor por eso cuando entra en contacto con alguno de los planetas de la Carta Natal inhibe la función de ese planeta. El signo y casa en el que este nuestra una energía y área de experiencia en la que nos sentiremos inadecuados y torpes por lo que durante toda la vida habrá un esfuerzo para conseguir la excelencia. Al planeta con el que entra en contacto le proporciona una gran resistencia. Muchas veces muestra cual es la relación que existe con la autoridad de cualquier tipo.
El trígono entre Venus y Saturno aporta madurez, estabilidad y responsabilidad en las relaciones personales. A diferencia de los aspectos inarmónicos, aquí la precaución no inhibe la acción, sino que permite una selección consciente y cuidadosa de las personas con las que se establece un vínculo. Serán personas con pocos amigos pero buenos.
Este trígono combina el deseo de belleza, placer y amor representado por Venus con el sentido de estructura, disciplina y realidad que Saturno aporta. Estas personas tienen una clara conciencia de lo que desean en una relación, lo que les permite evitar decisiones precipitadas o relaciones superficiales. El realismo y la búsqueda de una base práctica y estable en los vínculos amorosos o profesionales son rasgos predominantes.
Si bien pueden parecer reservados al principio, una vez que superan sus propias pruebas de selección relacional, muestran una gran lealtad y cariño hacia quienes han sido aceptados en su círculo íntimo. Su capacidad para unir placer y diversión dentro de unos límites definidos los convierte en excelentes educadores, figuras de autoridad benévolas y compañeros confiables.
En términos financieros, el trígono Venus-Saturno suele dar la capacidad de generar relaciones de asociación que aportan estabilidad económica. Esta combinación también permite disfrutar del trabajo y encontrar satisfacción en la tarea bien hecha, algo que refuerza su enfoque práctico en la vida.
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