El trígono Saturno-Plutón simboliza organización, disciplina y transformación, permitiendo convertir emociones profundas en logros concretos y significativos.
El trígono es un aspecto armónico de la naturaleza de Aries – Leo por lo que une a dos planetas del mismo elemento que colaboraran sin ningún tipo de obstáculo. Suelen simbolizar un talento innato de la persona y dan mayor resistencia y estabilidad frente a los cambios. Sin embargo, esta misma facilidad se puede volver en contra ya que no prepara para los cambios que traerán los tránsitos de planetas lentos.
Saturno representa los límites y el temor por eso cuando entra en contacto con alguno de los planetas de la Carta Natal inhibe la función de ese planeta. El signo y casa en el que este nuestra una energía y área de experiencia en la que nos sentiremos inadecuados y torpes por lo que durante toda la vida habrá un esfuerzo para conseguir la excelencia. Al planeta con el que entra en contacto le proporciona una gran resistencia. Muchas veces muestra cual es la relación que existe con la autoridad de cualquier tipo.
Plutón, cómo todos los planetas transpersonales, simboliza una energía impersonal y ante la que no queda más remedio que rendirse. Plutón representa el poder absoluto, la muerte y resurrección, la destrucción para comenzar desde cero. También es la lucha más descarnada por la supervivencia. La Casa que ocupe representa el área de la vida en donde no quedará más remedio que reinventarse y donde se vivirán situaciones traumáticas. En aspecto, provoca que se viva la energía del otro planeta como algo amenazante, a vida o muerte.
El trígono entre Saturno y Plutón simboliza la capacidad de organización y una voluntad disciplinada que permite hacer un uso óptimo de talentos y recursos. Este aspecto otorga una clara definición de los propósitos vitales y la determinación para alcanzarlos, incluso en condiciones adversas. Las personas con este trígono poseen una energía interna bien canalizada, capaz de convertir emociones profundas en acciones constructivas y dirigidas hacia objetivos concretos.
Este aspecto simboliza al manipulador de energías, alguien que sabe invocar y manejar fuerzas ocultas, ya sea de forma consciente o inconsciente, para alcanzar sus metas. Hay un profundo sentido de dirección vital, a menudo acompañado por la sensación de estar destinado a seguir ciertos caminos desde la infancia. Aunque el desarrollo de esta influencia es lento y muchas veces invisible para los demás, se manifiesta con una potencia inevitable que transforma tanto la vida personal como la de quienes rodean al individuo.
El trígono Saturno-Plutón permite adoptar una actitud filosófica y madura ante las pérdidas y los cambios, reconociéndolos como oportunidades de crecimiento a largo plazo. Esta capacidad de resiliencia se combina con una comprensión profunda de la naturaleza cíclica de la vida, donde las grandes prácticas de autocontrol y transformación llevan a resultados duraderos.
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