El sextil Mercurio-Neptuno fomenta una mente creativa, intuitiva y empática, capaz de comunicar visiones complejas sin perder el contacto con la realidad.
El sextil es de la naturaleza de Aries – Géminis por lo que une planetas de elementos compatibles. Representan habilidades y talentos innatos que pueden desarrollarse con un pequeño esfuerzo. Se dice que son aspectos de oportunidad porque a diferencia de los trígonos, es necesario hacer un pequeño esfuerzo para que la relación entre esos dos planetas sea fluida.
Los aspectos que reciba Mercurio describirán la forma en la que comunicamos verbalmente quienes somos y que estilo tenemos al relacionarnos. También la facilidad o dificultad que enfrentamos en nuestra educación. Es un planeta central en la formación de nuestras opiniones y si solemos infravalorar o bien a sobrevalorar el pensamiento racional. Cómo la energía siempre sigue al pensamiento, desde este punto de vista es Mercurio quien tiene la clave para hacernos progresar.
Neptuno, cómo todos los planetas transpersonales, simboliza una energía impersonal y ante la que no queda más remedio que rendirse. Neptuno representa la confusión y el estado onírico pero también la idealización, la fantasía y el amor incondicional. Simboliza la necesidad que todos tenemos de transcender lo cotidiano y sobre pasar nuestras propias posibilidades. En aspecto, representa la pérdida de límites y estructura del planeta con el que entra en contacto.
El sextil entre Mercurio y Neptuno proporciona una relación armoniosa entre la razón y la imaginación. Ambos planetas actúan como puentes: Mercurio conecta con la realidad tangible, mientras Neptuno lo hace con el plano espiritual y trascendente. Esta combinación permite una mente curiosa, sensible y capaz de traducir visiones abstractas en ideas útiles. Los individuos con este aspecto suelen tener una gran capacidad para comunicar conceptos complejos y transmitir belleza a través del lenguaje, ya sea escrito o hablado.
La influencia de Neptuno dota a Mercurio de una gran imaginación y una empatía profunda. Esto permite una percepción intuitiva y casi mágica de las emociones ajenas, así como la capacidad de inspirar y consolar a los demás. Estas personas suelen ser excelentes narradores, grandes comunicadores de ideas o defensores de causas sociales debido a su sensibilidad hacia los problemas de los desfavorecidos.
Sin embargo, existe un desafío: Mercurio debe analizar racionalmente las visiones neptunianas para no perderse en fantasías irreales. Cuando el equilibrio falla, la línea entre la realidad y la ficción se vuelve difusa, lo que puede generar confusión y dificultades para comprometerse con una verdad única. Esto también puede manifestarse en una tendencia al escapismo o en problemas de aprendizaje y comunicación, como dislexia o pensamiento mágico.
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