Símbolo astrológico de la Luna en Virgo para Vivir en Astrológico.

LUNA EN VIRGO

La Luna en Virgo describe a una madre crítica y controladora que espera perfección. Sus hijos sienten presión para ser adultos y cumplir con sus obligaciones.

El arquetipo de la Luna en astrología representa nuestras necesidades emocionales y el sentido de pertenencia. Su posición en la Carta Natal indica cómo experimentamos la seguridad emocional y cómo nos relacionamos con los demás. Es responsable de las relaciones de apego y de los hábitos inconscientes que pueden sabotear nuestros objetivos. Aunque se asocia a la figura materna, es más bien una representación de nuestra percepción interna de la maternidad. Cada persona puede experimentar la energía lunar de manera diferente, lo que influye en sus reacciones emocionales. La Casa donde se encuentra la Luna señala las áreas en las que somos creativos y donde necesitamos desarrollar aptitudes para adaptarnos a la vida.

Por otro lado, el signo de Virgo no necesita protagonismo, solo necesita sentirse útil, por eso el trabajo es muy importante. Son personas que sienten que no se pueden relajar porque, si bajan el ritmo, creen que el caos del mundo les puede atrapar y su cabeza se llena de ansiedad.  Sus sentimientos suelen ser un gran misterio para ellos, por lo que pueden terminar reprimiéndolos para lograr un estado de impasibilidad. Lo mejor de ellos es su gran integridad interior, son personas que no están en venta. Poseen una gran agudeza mental para el análisis, sin embargo no tienen visión global y estratégica, por lo que pueden perderse en los detalles.

La Luna en Virgo en la Carta Natal describe a una madre ordenada y controladora, que mide cada paso que da. Es una persona racional, lógica y muy crítica, con una energía que promueve la restricción de movimientos y la utilidad ante todo. A menudo, la madre puede carecer de orden y es el hijo quien debe proporcionárselo.

En la memoria afectiva, esta influencia se traduce en una expectativa de que el hijo sea maduro, limpio y rutinario, comportándose como un adulto. Solo se le trata como niño cuando está enfermo, lo que refuerza la necesidad de servir a la familia de manera madura e intelectual. Puede haber una sensación de que no debe molestar, de que debe ser perfecto. Los regalos son prácticos y útiles, y el amor se expresa a través de la seguridad de que nunca fallarán. Se desarrolla una necesidad de revisar todo mil veces para asegurarse de que está bien, con la premisa de que debe hacer algo perfecto o no hacerlo en absoluto.

Las consecuencias incluyen un fuerte perfeccionismo y una obsesión por el orden y la limpieza para sentirse seguro. Estas personas son muy lógicas y racionales, a menudo maniáticas, y necesitan tener todo bajo control para sentir que están ordenadas. Valoran la eficiencia y aprenden todo con detalle, siendo meticulosas aunque detestan los exámenes. A menudo somatizan tensiones emocionales y utilizan esto como una forma de pedir afecto. Tienden a ser críticos y desconfiados, encontrando defectos rápidamente y sintiendo seguridad emocional al criticar. Ante lo que no entienden, viven en una constante inseguridad emocional y se muestran escépticos.

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