Símbolo astrológico de la Luna en Libra para Vivir en Astrológico.

LUNA EN LIBRA

La Luna en Libra describe a una madre preocupada por la estética y la armonía, que enseña a complacer a los demás, lo que genera en sus hijos miedo a la confrontación.

El arquetipo de la Luna en astrología representa nuestras necesidades emocionales y el sentido de pertenencia. Su posición en la Carta Natal indica cómo experimentamos la seguridad emocional y cómo nos relacionamos con los demás. Es responsable de las relaciones de apego y de los hábitos inconscientes que pueden sabotear nuestros objetivos. Aunque se asocia a la figura materna, es más bien una representación de nuestra percepción interna de la maternidad. Cada persona puede experimentar la energía lunar de manera diferente, lo que influye en sus reacciones emocionales. La Casa donde se encuentra la Luna señala las áreas en las que somos creativos y donde necesitamos desarrollar aptitudes para adaptarnos a la vida.

Por otro lado, Libra es el signo de las relaciones y la diplomacia. Se caracteriza por su habilidad para adaptarse socialmente y su deseo de evitar conflictos. Libra busca el equilibrio, la justicia y la armonía, aunque esto puede llevarle a la indecisión ya que son dolorosamente consciente de las consecuencias de sus decisiones. Tiene una gran inteligencia social y una necesidad innata de compañía. Tienden a evitar confrontaciones directas y, en algunas ocasiones, pueden depender excesivamente de los demás para lograr estabilidad emocional.

La Luna en Libra en la Carta Natal describe a una madre que cuida mucho las formas, se viste bien y le importa la belleza, gustando a los demás. Es muy atenta con los otros, preocupándose por lo que piensan y prestando atención a sus necesidades desde un lugar de equilibrio, sociabilidad y diplomacia.

En la memoria afectiva, esto se traduce en la importancia de los demás y la necesidad de ser educado con ellos. Hay una sensación de armonía y belleza, similar a una revista de decoración. La familia es diplomática y amable, con una comunicación constante. Esta persona siente que siempre debe complacer a los demás, evitar incomodarlos y no entrar en conflicto. El enfoque siempre está en lo que quiere el otro.

Las consecuencias de esta influencia son una fuerte consideración por las formas y la estética, mostrando un comportamiento muy educado y formal. Aunque aparenta espontaneidad para agradar, en realidad no la hay. Busca gustar a los demás para ser querida, evitando conflictos e inhibiendo sus impulsos por temor a no poder controlar la reacción del otro. Cree que es querido por sus acciones y comportamiento, no por lo que realmente es, lo que le lleva a pensar que los demás buscan algo de él, no a él mismo. No expresa lo que piensa por miedo a quedarse solo y carece de sinceridad. Su identidad está muy ligada a su imagen y teme a su propia sombra, pensando que si el otro ve sus defectos, podría irse.

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