Los cuatro elementos son las energías base que a modo de fuerzas primarias, construyen toda la realidad.
Lo signos que pertenecen al elemento de Agua son Cáncer, Escorpio y Piscis.
La proporción de elementos que hay en una persona se llama Balance de Elementos y para calcularlo se analizan los signos en los que están los planetas, y el signo del Ascendente. Lo ideal sería que en el Balance de Elementos todos los elementos estuviesen en la misma proporción pero eso casi nunca pasa.
A nivel personal expresa que va a ser lo más importante para esa persona y como vive la realidad. También como se expresa y en que ambientes se sentirá más cómodo y con mayor energía.
El elemento Agua es el principio de la emocionalidad y los sentimientos. La conducta de estas personas esta fuertemente influida por lo que en cada momento sienten y no son capaces de apartarse de su experiencia. Necesitan trato con otras personas de Agua o un intenso compromiso emocional con cuanto estén haciendo.
En general detestan todo tipo de conflicto (a excepción de algunos Escorpio), y tienden a evitarlo y aguardar a que las circunstancias que sean favorables para solucionarlo.
Tienen una gran fantasía e imaginación porque su pensamiento surge del inconsciente. Además su gran intuición les lleva a la comprensión de las cosas sin haberlas visto. Necesitan pensar que pertenecen a algo superior.
La sombra es que al ser tan emocional se vuelve muy insegura e influenciable por lo que todo le afecta y le altera. Hay poco equilibrio interior y pasa de las pasiones compulsivas al miedo abrumador. Puede convertirse en una persona muy dependiente, pasiva y tímida.
Con demasiada Agua la persona es muy impresionable, con sentimientos sobre los que no tiene control. Extremadamente sensibles, suelen recurrir a actitudes escapistas que les protejan de la realidad.
Con falta de Agua puede haber una vasta gama de problemas psicológicos, emocionales y físicos. No son capaces de entrar en los sentimientos de los demás ni en los suyos propios y se vuelven personas frías, reservadas e insensibles. Hay una desconfianza innata hacia el conocimiento intuitivo.
