Júpiter representa nuestra Verdad, la confianza que nos da el sabernos conectados a realidades que están más allá de los intereses del ego personal. Como habrás adivinado, tiene mucho que ver con nuestra filosofía de vida y nuestras creencias religiosas. De hecho, tus peores peleas las tendrás con aquel que se muestre contrario a la energía que desprende tu Júpiter. No es algo que vayas a negociar.
Es la energía con la que somos capaces de sintetizar y sacar conclusiones de información dispersa y así convertirla en conocimiento. Por eso es muy importante que, si tenemos hijos, sepamos dónde está posicionado su Júpiter para saber cómo aprenden y asimilan los conocimientos. Por ejemplo, un niño con Júpiter en Tauro necesita tiempo y tranquilidad para hacer sus tareas, sin que le metan prisa.
Júpiter es la voz interior que nos pide que nos mejoremos a nosotros mismos, mirando al futuro con optimismo y esperanza. Es el que nos muestra el camino que debemos tomar para conseguir lo que queremos. Por eso es el planeta de la Ley de Atracción, porque es responsable de magnificar aquello a lo que le prestamos atención, y también el que nos hace percibir los sincronismos.
En general, se relaciona con la buena suerte, con aquello que nos viene caído del cielo, y por eso los tránsitos de Júpiter son tan importantes, porque nos muestran dónde vamos a tener más suerte durante el próximo año. Es, en resumen, esa sensación de que todo va bien. Pero realmente, la fortaleza de Júpiter viene de su generosidad, porque quiere que a todos nos vaya bien y avancemos.
Un Júpiter fuerte en nuestra Carta Natal nos pedirá que tengamos una vida épica, que nos arriesguemos y construyamos algo que nos dé sentido. Pero el peligro está en pasarse, porque tanto idealismo y optimismo nos puede llevar a aspirar a objetivos que no sean realistas. Por eso, Júpiter también puede estar detrás de los grandes fracasos.
Si tenemos un Júpiter débil en nuestra Carta Natal, entonces tendremos la sensación de desengaño, de que las cosas se les dan mejor a otros, que nosotros necesitamos trabajar más y que nunca tenemos suerte. Nos hará desconfiados y controladores, y quizás, con los años, el carácter se agríe. Pero siempre estamos a tiempo de conocer a nuestro Júpiter para saber qué energía tenemos que trabajar y en qué sector.
La Casa donde está situado Júpiter en la Carta Natal es donde nos mostraremos más confiados y donde más fácilmente conseguiremos nuestros objetivos, porque es donde de forma natural tendremos suerte.
Júpiter también nos da pistas sobre cómo nos gusta pasar el tiempo libre, porque es cuando disfrutamos. Sin embargo, un Júpiter muy prominente también puede dar lugar al típico fiestero que no se ocupa de nada y va de juerga en juerga.
A nivel mundano, representa el comercio internacional, los grandes viajes, allí donde hay sabiduría, como las universidades; y a aquellas personas con una gran fe, como el clero. También es el gusto por la imagen y muchos publicistas o cineastas tienen un Júpiter muy fuerte en su Carta Natal.
En astrología, Júpiter es el regente diurno de Sagitario, donde se expresa con un gran amor por el conocimiento y una gran motivación de mejora. Y el regente nocturno de Piscis, donde se expresa a través del amor por el conocimiento simbólico y la compasión hacia todo y todos.
Conoce al signo que rige Sagitario