La cuadratura Venus-Saturno genera bloqueos emocionales, miedo al rechazo y sacrificio en el amor. Superarla implica abrirse y sanar heridas de juicio interno.
La cuadratura es de la naturaleza de Aries – Cáncer poniendo en contacto signos de elementos incompatibles pero con una misma motivación. Es un aspecto muy energético que afecta mucho a la vivencia de la persona. A diferencia de otros aspectos, no es visible desde fuera sino que el individuo lo vive internamente. Un planeta desvía continuamente al otro de su acción lo que hace que ninguna de las dos funciones se pueda expresar de forma correcta.
Venus representa todo aquello que nos gusta y la manera en la que intentamos hacernos felices tanto a nosotros mismos como a los demás. Es la forma en que intentamos seducir y atraer a los otros por lo que también influye en cómo nos vestimos y nos mostramos. El signo en el que esté, representa la energía que nos gusta y a la que debemos acudir cuando nos sentimos mal. Los aspectos recibidos por Venus reflejaran la importancia que tiene para nosotros sentirnos valorados y amados y como lo demostramos. Cuando Venus aspecta a otro planeta los flexibiliza y lo hace más dócil. Siempre se debe analizar juntos a Venus y Marte.
Saturno representa los límites y el temor por eso cuando entra en contacto con alguno de los planetas de la Carta Natal inhibe la función de ese planeta. El signo y casa en el que este nuestra una energía y área de experiencia en la que nos sentiremos inadecuados y torpes por lo que durante toda la vida habrá un esfuerzo para conseguir la excelencia. Al planeta con el que entra en contacto le proporciona una gran resistencia. Muchas veces muestra cual es la relación que existe con la autoridad de cualquier tipo.
La cuadratura entre Venus y Saturno suele manifestarse en dificultades emocionales y relacionales. A menudo, quienes tienen este aspecto experimentan fracasos o infelicidad en el amor y el matrimonio, lo que genera desengaño, amargura y miedo al rechazo. Esta situación puede derivar de una infancia marcada por la falta de cariño del padre o de una madre severa.
A lo largo del tiempo, muchas personas con esta cuadratura adoptan una actitud fría o distante como mecanismo de protección emocional, e incluso, en ocasiones, puede mostrarse insensible o cruel. A pesar de ello, muestran una lealtad inquebrantable hacia parejas abusivas o poco merecedoras. Las mujeres con este aspecto suelen tener dificultades para desenvolverse en ámbitos considerados femeninos, mientras que los hombres pueden rechazar a mujeres inteligentes, mostrando un miedo o desprecio hacia lo femenino.
Este patrón astrológico a menudo genera inhibiciones sexuales, frigidez y una incapacidad para expresar afecto en el hogar. Estas personas suelen asociar el amor con el sacrificio, ya sea evitando el amor por completo o sometiéndose a relaciones que exigen constantes sacrificios. En algunos casos, destacan en el mundo de los negocios como compensación por la percepción de que no son suficientemente atractivas.
Otro rasgo común es la tendencia a sentirse no queridas, una sensación que Saturno refuerza al retrasar el desarrollo del principio venusino. Esto se traduce en sensibilidad al rechazo, preocupación constante por perder el amor del otro y una actitud cautelosa hacia las relaciones.
Para superar los desafíos de esta cuadratura, es crucial dejar de interiorizar las críticas del entorno como juicios constantes. Es fundamental aprender a disfrutar de la vida, abrirse emocionalmente y transformar las relaciones en espacios saludables, alejándose del juicio negativo asociado a figuras de autoridad internalizadas.
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