La cuadratura entre Júpiter y Neptuno trae tensión entre idealismo y realidad, y desafíos para concretar sueños. Requiere equilibrio y pragmatismo para evitar frustraciones.
La cuadratura es de la naturaleza de Aries – Cáncer poniendo en contacto signos de elementos incompatibles pero con una misma motivación. Es un aspecto muy energético que afecta mucho a la vivencia de la persona. A diferencia de otros aspectos, no es visible desde fuera sino que el individuo lo vive internamente. Un planeta desvía continuamente al otro de su acción lo que hace que ninguna de las dos funciones se pueda expresar de forma correcta.
Desde una perspectiva amplia, Júpiter nos muestra cual es la verdad individual para cada persona y como intenta buscar un sentido. En aspecto, Júpiter, ensancha la función del planeta con el que contacta. También exagerará y pondrá de relieve todos aquellos aspectos de la carta que pueden ser conflictivos. Su posición por casa y signo describe el ámbito de la vida en el que deseamos crecer, expandirnos y donde intentaremos hacer las cosas a lo grande, pero también donde seremos más codiciosos.
Neptuno, cómo todos los planetas transpersonales, simboliza una energía impersonal y ante la que no queda más remedio que rendirse. Neptuno representa la confusión y el estado onírico pero también la idealización, la fantasía y el amor incondicional. Simboliza la necesidad que todos tenemos de transcender lo cotidiano y sobre pasar nuestras propias posibilidades. En aspecto, representa la pérdida de límites y estructura del planeta con el que entra en contacto.
La cuadratura entre Júpiter y Neptuno genera una tensión constante entre los sueños expansivos e ideales y la necesidad de lidiar con los aspectos prácticos de la realidad. Con esta oposición hay que aprender a separar la inspiración y el pragmatismo, especialmente en áreas de vida vinculadas a las casas donde se ubican estos planetas.
Las grandes aspiraciones de Júpiter pueden verse obstaculizadas por la influencia nebulosa de Neptuno, lo que provoca confusión y frustración. Estas personas, en muchas ocasiones, enfrentan dificultades al intentar convertir sus visiones en realidad, ya que suelen subestimar los detalles prácticos o dejarse llevar por expectativas irreales.
El riesgo de caer en la evasión o en la creencia de que la vida debería ser más fácil y perfecta está presente, pero el aspecto también ofrece la posibilidad de crecer al encontrar un equilibrio entre lo ideal y lo real. El principal reto es aprender a estructurar las visiones y aspiraciones de forma realista para evitar continuas frustraciones.
Si te apetece seguir leyendo otros artículos, te invito que visites la sección de ASTRONEWS
