La conjunción Luna-Venus une la búsqueda de seguridad emocional y placer. Aporta encanto, pero también puede llevar a evitar conflictos y a manipular emocionalmente.
La conjunción es un aspecto astrológico muy energético de la naturaleza de Aries – Aries, por lo que nos empuja a la acción. Se produce cuando dos planetas se encuentran lo suficientemente juntos en la eclíptica como para actuar juntos. Cuanto más cercanos estén los planetas, más fuerte será su efecto. La compatibilidad de la naturaleza de los planetas en conjunción será clave para saber si trabajan a favor o en contra del resto de la Carta Natal.
La Luna es muy porosa e influenciable por lo que los aspectos que recibe alterarán mucho su función. Estos aspectos reflejarán en gran medida la facilidad o la dificultad que podemos tener para proteger y cuidar a los demás, así como para poder encontrar un refugio y una seguridad para nosotros mismo. La Luna es la que describe cómo nos adaptamos a nuestro entorno y a los que nos rodean por lo tanto es un indicador muy importante de lo fácil o difícil que nos resultará convivir con los demás.
Venus representa todo aquello que nos gusta y la manera en la que intentamos hacernos felices tanto a nosotros mismos como a los demás. Es la forma en que intentamos seducir y atraer a los otros por lo que también influye en cómo nos vestimos y nos mostramos. El signo en el que esté, representa la energía que nos gusta y a la que debemos acudir cuando nos sentimos mal. Los aspectos recibidos por Venus reflejaran la importancia que tiene para nosotros sentirnos valorados y amados y como lo demostramos. Cuando Venus aspecta a otro planeta los flexibiliza y lo hace más dócil. Siempre se debe analizar juntos a Venus y Marte.
La conjunción entre la Luna y Venus crea una fusión de los principios de nutrición emocional y belleza. Este aspecto indica que lo que nutrimos y lo que nos da placer son las mismas cosas: buscamos seguridad emocional en lo que nos atrae y, al mismo tiempo, nos sentimos plenos al nutrir lo que amamos.
Esta conjunción también sugiere una tendencia a buscar la estabilidad emocional a través de relaciones, lo que lleva a una necesidad de amor y compañía. Las personas con esta conjunción tienden a adaptarse a las necesidades de los demás para conseguir lo que desean, utilizando su encanto para atraer la aprobación y evitar los conflictos. Esto puede hacer que actúen de manera excesivamente empática, e incluso que eviten enfrentamientos a toda costa, lo cual puede ponerles en situaciones de abuso emocional, especialmente en relaciones donde la otra persona aprovecha esta disposición.
El atractivo personal es una característica destacada de este aspecto, lo que permite que estas personas sean vistas como simpáticas y encantadoras, tanto en relaciones de amistad como en pareja. Sin embargo, la necesidad de sentirse seguros puede llevarlos a refugiarse en una o más relaciones para compensar cualquier falta de estabilidad emocional, y también pueden recurrir a placeres sensoriales, como las compras o la comida, como una forma de lidiar con la inseguridad.
Además, la conjunción Luna-Venus suele conferir una profunda conexión emocional con la estética. La belleza, tanto en lo físico como en lo emocional, es esencial para estas personas, y pueden sentir una profunda necesidad de rodearse de lo bello para sentirse protegidos y cómodos. Dependiendo de los signos y casas involucradas, este aspecto puede dar una gran capacidad para comunicarse y generar relaciones significativas.
En resumen, la conjunción Luna-Venus describe una personalidad que busca seguridad emocional en las relaciones y la belleza, con una profunda conexión con lo que es tierno y afectivo. Sin embargo, la tendencia a evitar conflictos y la necesidad de aprobación pueden llevar a la manipulación emocional si no se gestionan adecuadamente.
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