Según la astrología tradicional, a diferencia de la astrología moderna, la Casa 2 sólo representa la riqueza movible en oposición a otras formas de riqueza que son fijas o inmóviles. La riqueza movible es aquello que podemos llevar con nosotros como el dinero o las joyas, mientras que la inmóvil podría ser, por ejemplo, los bienes raíces. Por lo tanto, si quieres saber si en la promesa natal hay riqueza o, incluso, qué período va a ser más próspero, hay que delinear la Casa 2.

Según la tradición, hay distintas formas de hacerlo, pero una que me parece muy fácil y reveladora es la delineación que utilizaban en el pasado los astrólogos árabes, quienes seguramente la heredaron de los astrólogos helenísticos. Es un método muy sencillo que se basa en la delineación de los regentes de triplicidad correspondientes al elemento de la cúspide de la casa en cuestión.

Los regentes de triplicidad son tres planetas para cada uno de los elementos. Hay un regente diurno, uno nocturno y un participante.

TRIPLICIDAD DE FUEGO: Sol, Júpiter, Saturno
TRIPLICIDAD DE AIRE: Saturno, Mercurio, Júpiter
TRIPLICIDAD DE AGUA: Venus, Marte, Luna
TRIPLICIDAD DE TIERRA: Venus, Luna, Marte

Para aplicar estas triplicidades, primero tenemos que ver si se trata de una carta diurna o nocturna. Es diurna cuando el Sol está situado por encima de la línea del horizonte (la línea que une el Ascendente con el Descendente), y por tanto, el nativo ha nacido durante el día. Y es nocturna cuando el Sol está debajo de esa línea, y por lo tanto, el nativo ha nacido por la noche.

Como ejemplo, vamos a delinear la Casa 2 de la carta del banquero Mario Conde, muy conocido por el gran éxito que tuvo durante un tiempo, pero que fue encarcelado durante cuatro años acusado de delitos de estafa y apropiación indebida. Una vez salió de la cárcel, volvió a enriquecerse invirtiendo en varios negocios. Es, además, una personalidad muy interesante porque no solo saltó a la fama y se enriqueció siendo aún joven, sino que es autor de varios libros.

Respecto a la Casa 2 y al dinero, para su delineación, en el Liber Astronomiae de Bonatti podemos leer:

«Alezdegoz dijo respecto a los regentes de la triplicidad de la 2ª casa: De los primeros, segundos y terceros regentes de la triplicidad de la segunda casa, observa cuál de ellos es más fuerte y por condición y lugar, y harías bien en hacer de este el autor de la sustancia, el significador de la adquisición del nativo. Asimismo, el primer regente de la triplicidad de la 2ª casa da la sustancia del comienzo de la vida, es decir, en el primer tercio de la vida. El segundo regente de la triplicidad de la segunda casa la da en el segundo tercio de la vida y el tercero la da en el último tercio de la vida del nativo.”

Los antiguos suponían una duración media de la vida de 75 años, por lo que cada tercio correspondería a 25 años.

Lo primero que vemos es que dentro de la Casa 2 está Júpiter, planeta que en la antigüedad representaba el dinero y la buena fortuna (es el «Benéfico Mayor»), pero además lo tiene en muy buen Estado Cósmico porque está en su propio domicilio diurno. Esto ya es promesa de enriquecimiento.

Pero analicemos la triplicidad de Agua, puesto que la cúspide de la Casa 2 está en Escorpio. Al ser una carta diurna, el primer regente, que correspondería hasta los 25 años, es Venus. Venus se encuentra en la Casa 10 de la carrera profesional, cerca del Medio Cielo, una de las zonas más fuertes de una carta. Su cercanía a la cúspide indica su éxito temprano. La posición del planeta también nos señala, según los textos de Alezdegoz, el probable origen de la riqueza. La Casa 10 puede relacionarse con la cercanía que tuvo con la élite económica, pero también con la Casa Real. El único punto negativo podría ser la cuadratura que aplica a Marte, pero esta es recibida por triplicidad y término, lo que aumenta su ambición en lugar de ser un obstáculo.

El siguiente regente de triplicidad, correspondiente a los 25-50 años, es Marte. Este se encuentra en una casa cardinal, en la Casa 1, en Escorpio, donde tiene dignidad de domicilio, triplicidad y decanato. Cuando un maléfico está en una buena casa y con tanta dignidad, se le considera un benéfico accidental. Su efecto, aunque marciano (ambición, agresividad, deseo de poder), no tiende a la destrucción. Sin embargo, está junto al Nodo Sur, que según la tradición, disminuye lo malo de los maléficos, pero también el bien de los benéficos. Esto podría reflejarse en que, de una condena de 20 años, cumplió solo cuatro. Además, la Casa 1 representa al individuo, lo que sugiere que la riqueza proviene de sí mismo, como cuando dirigió el banco Banesto.

El tercer regente de triplicidad es la Luna, que corresponde al último tercio de la vida. Está en la Casa 4, una casa cardinal, pero que algunas tradiciones consideran maléfica al representar el fin de la vida del nativo. La Luna, en 7º 23′ de Acuario, está peregrina, sin dignidad esencial, y depende de su dispositor, Saturno, que está en detrimento en Leo. Esto sugiere que, aunque el regente sigue siendo capaz de expresarse, esta época no será tan próspera como las anteriores. La riqueza podría provenir de significados relacionados con la Casa 4, como bienes raíces o inversiones similares.

Siguiendo este método, se puede delinear de forma sencilla todas las cúspides de las casas, obteniendo un vistazo rápido a la promesa natal, aunque siempre será necesario afinar las predicciones utilizando otras técnicas.

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