AUTOR: Luis Mellado Covas
Según mi experiencia profesional, difícilmente se halla la felicidad (visible en la mirada luminosa de un rostro) en las personas que ocultan, niegan, reprimen y desatienden sus dificultades y sentimientos más vulnerables.
En nuestra Carta Astral, el Maestro del Karma y Guardián del Alma – Saturno – nos facilita los retos a superar para el beneficio de nuestra evolución espiritual. Quienes trabajan la astrología desde el ego evitan afrontar sus retos, intentan acceder a una “zona de confort” de conciencia anestesiada, con la inevitable consecuencia de la insatisfacción por el alejamiento del propio ser interior o “Chispa Divina”, que se propuso evolucionar a través de las sabias lecciones saturninas.
Por el contrario, quienes convierten a Saturno en un Sol, brillando en aquellas cualidades y capacidades que representaban antaño las mayores dificultades y retos, trascienden la conciencia materialista y cruzan el umbral, recibiendo este estado de plenitud al que denominamos “felicidad”.
El alma, al establecer su proyecto de vida, se dota de una estructura psicofisiológica que es perfecta para sus necesidades evolutivas, y que podemos analizar al detalle mediante la morfopsicología. Sus tres principales facultades –Pensamiento, Sentimiento y Voluntad- pueden observarse respectivamente en las zonas alta, media y baja del rostro.
Nuestro proyecto de vida ya parte de una estructura con ciertos desequilibrios de base entre ellas, y cuya integración consiste en equilibrarlas mediante un esfuerzo continuado, y no reforzar nuestros antagonismos abandonándonos a sus inercias. Por ejemplo, una sensibilidad casi inexistente visible en la zona emocional, unida a una gran potencia de cálculo, visible en la zona cerebral y un gran sentido de la oportunidad material, visible en la zona instintivo-activa, por desgracia frecuente en autoridades políticas, condena a la infelicidad de quienes no aceptan el reto de desarrollar la empatía.
Quienes sí consiguen superar los “desequilibrios de base” y superar con matrícula de honor las lecciones saturninas, además de ascender en su proceso evolutivo emanan de su rostro una mirada luminosa, y frecuentemente muestran arrugas “de felicidad” ascendentes en las comisuras de los ojos. La sonrisa de la plenitud, la “verdadera” se halla en los ojos, no en la boca.
La morfoastrología permite entender profundamente nuestro proyecto de vida (astrología) y las herramientas, así como dificultades que presenta nuestra estructura física y psicológica para ello (morfopsicología). Su única finalidad es orientar con precisión a cada persona para que pueda encontrar su felicidad.
Es imprescindible entender que la felicidad como estado proviene de la plena conexión con la propia alma, nadie externo nos la puede proporcionar salvo en momentos relativamente “cortos”.
Sobre el autor: Luis Mellado Covas
Nacido en Palma de Mallorca, formado en Barcelona (España) y residente en Santiago de Chile desde 2014. Matemático, astrólogo, morfopsicólogo, terapeuta astrofloral, hipnoterapeuta, sanador energético, docente en todas estas ciencias. Asesor de empresas (negociación colectiva, relaciones laborales, selección de personal). Durante 12 años fui asesor sindical y mediador de conflictos laborales en centros educativos de toda índole. Fundador del Centro de Atención y Formación Morfopsicológica de Santiago de Chile. Creador de la Morfoastrología.
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