Al iniciar una relación sentimental todos intentamos ser nuestra mejor versión pensando que si nos mostramos tal y como somos, no sea suficiente y la otra persona se aleje. Sin embargo, cada signo del zodiaco, suele cometer siempre los mismos errores que puede llevar a perder a la persona que le importa.
Vamos a explorar, signo por signo, los errores que se comenten cuando acabamos de conquistar a la persona de nuestros sueños y aún sentimos las mariposas en el estómago.
ARIES: Como no le gusta esperar, suele tomar la iniciativa para saber a qué atenerse. Sin embargo, una vez que ha conquistado a su persona ideal, tiende a dar por sentada la relación demasiado pronto, volviéndose brusco y mandón.
TAURO: Teme ser rechazado o que la relación no tenga futuro, por lo que espera a estar completamente seguro antes de dar el primer paso. No obstante, una vez que inicia una relación, si se enfada, le cuesta mucho perdonar. Evitar el rencor y aprender a pasar página son sus grandes desafíos.
GÉMINIS: Es un maestro del coqueteo porque sabe que su inteligencia y habilidad con las palabras pueden enamorar fácilmente. Pero una vez que consigue a la persona que desea, no puede evitar compararla con otras, incluso con relaciones pasadas. Y claro, a la otra persona no le va a gustar nada.
CÁNCER: Es el signo más sensible y sabe que, si se enamora, será para siempre, ya que aunque la relación termine, siempre guardará en su memoria el amor que hubo. Por esta razón, es muy precavido y le toma tiempo expresar sus sentimientos de manera clara, lo que puede llevar a la otra persona a sentirse confundida y a desconfiar.
LEO: Sabe que es el centro de atención y que nunca le faltarán pretendientes. Cuando está enamorado, es capaz de hacer las demostraciones más grandiosas y dramáticas. Sin embargo, el problema es que espera lo mismo de su pareja, olvidando que no todos somos iguales.
VIRGO: No es fácil que se enamore, ya que el caos emocional y sentimental le abruma. Sin embargo, cuando lo hace, su gran problema es que tiende a criticar y señalar los defectos, creyendo que esto ayuda a su pareja. Pero es que quizás la otra persona no quiera mejorar.
LIBRA: Es elegante, coqueto y le encanta socializar así que la otra persona se siente como el «elegido«. Pero su problema es que una vez que comienza la relación, su atención sigue puesta en los otros. Debe aprender a observar el comportamiento de su pareja tanto como lo hace con los otros.
ESCORPIO: Antes de elegir mira, compara, estudia… y luego se decide. Que la otra persona se va a enamorar lo tiene casi seguro porque es el signo del magnetismo sexual. Pero su problema es que no se sabe relajar y bajar la intensidad y no todo el mundo quiere vivir así.
SAGITARIO: Es el amante perfecto: alegre, generoso y su compañía es como una dosis extra de vitaminas. No obstante, su gran desafío al comienzo de una relación es que, aunque no lo diga abiertamente, sigue enganchado a desengaños pasados. A veces, tanta alegría es solo una coraza.
CAPRICORNIO: Si comienza a hablarte de su próximo ascenso, lo que realmente está diciendo es que está interesado en tener una relación contigo. Su gran problema surge cuando la situación se torna desagradable o cuando se requieren grandes demostraciones de afecto: en esos casos, huye rápidamente.
ACUARIO: Es el signo del desapego, así que más que enamorarse, observa la situación desde la distancia para analizar lo que está ocurriendo. Sin embargo, una vez que decide establecer una relación, le cuesta tener paciencia y tiende a salir corriendo si siente que su libertad e independencia están en peligro.
PISCIS: Vive los romances como en los cuentos de hadas, creyendo que serán felices para siempre. Pero el problema es que, cuando la relación se vuelve real entre dos seres humanos de carne y hueso, tiende a escapar a su burbuja, donde guarda sus sentimientos. Si la realidad se torna desagradable, se escurre entre los dedos de su pareja y desaparece.
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