La Luna en Escorpio refleja una madre intensa y absorbente, creando vínculos conflictivos donde el amor se asocia con el dolor, generando dependencia y miedo a la libertad.
El arquetipo de la Luna en astrología representa nuestras necesidades emocionales y el sentido de pertenencia. Su posición en la Carta Natal indica cómo experimentamos la seguridad emocional y cómo nos relacionamos con los demás. Es responsable de las relaciones de apego y de los hábitos inconscientes que pueden sabotear nuestros objetivos. Aunque se asocia a la figura materna, es más bien una representación de nuestra percepción interna de la maternidad. Cada persona puede experimentar la energía lunar de manera diferente, lo que influye en sus reacciones emocionales. La Casa donde se encuentra la Luna señala las áreas en las que somos creativos y donde necesitamos desarrollar aptitudes para adaptarnos a la vida.
Por otro lado, Escorpio es un signo de extremismos, donde se lucha por el control y el poder debido a un miedo inconsciente hacia el otro. Su naturaleza es realista y profundamente inteligente, obsesionada con el conocimiento profundo. A pesar de ser vengativos y posesivos, son personas muy apasionados y magnéticas en las relaciones, valorando positivamente la intensidad y el riesgo. Su sexualidad es fuerte, y no les importa enfrentarse a tabúes y romper barreras sociales.
La Luna en Escorpio en la Carta Natal describe a una madre intensa, extremista y conflictiva emocionalmente. Esta madre es absorbente y está muy encima del niño, creando una relación fusionante. El vínculo con la madre es muy asfixiante: lo que da vida también intoxica, mezclando vida y muerte y proporcionando una seguridad agridulce. El dolor se convierte en una forma de nutrición, donde hay que ser fuerte y soportar, aunque duela.
En la memoria afectiva, esto se traduce en una falta de espacio propio, con la madre tan encima que el niño no tiene espacio personal ni puede moverse sin ser vigilado. La madre desea tanto que al niño le cuesta respirar, convirtiéndose en una extensión de ella, sin conocer sus propios deseos. El hogar y la intimidad se asocian con el peligro y el amor se convierte en algo temido por eso el niño al final se siente cómodo ocultándose.
Como consecuencia, en la adultez, la persona puede huir del afecto porque teme ser aniquilada si es amada. Pero a su vez necesitan el conflicto y la dependencia porque no saben vivir de forma relajada. Hay miedo a la mujer porque se la percibe como manipuladora y poderosa, como fue madre. Las relaciones masoquistas se vuelven una atracción inconsciente, buscando el sufrimiento y el dolor. Necesita ser dominado para sentir seguridad emocional y busca el agobio constantemente.
La conducta emocional es extremista, marcada por el «todo o nada». Puede desarrollar problemas de salud como asma y un miedo a la libertad, ya que sentirse libre significa estar sin la madre. No sabe poner límites a los demás por miedo a perder el afecto, lo que puede derivar en problemas mentales como anorexia, bulimia, adicciones, fobias y obsesiones. Esta Luna es mafiosa, demandando una lealtad absoluta y reaccionando con intensidad si no se cumple. Ve continuamente lo oscuro en los demás y desconfía si no lo muestran, incluso llegando a inventarse lo oscuro.
Conoce el significado de la Luna