La Luna en Tauro refleja una madre posesiva y materialista, que expresa amor a través de lo tangible. Estas personas valoran la seguridad y evitan los cambios.
El arquetipo de la Luna en astrología representa nuestras necesidades emocionales y el sentido de pertenencia. Su posición en la Carta Natal indica cómo experimentamos la seguridad emocional y cómo nos relacionamos con los demás. Es responsable de las relaciones de apego y de los hábitos inconscientes que pueden sabotear nuestros objetivos. Aunque se asocia a la figura materna, es más bien una representación de nuestra percepción interna de la maternidad. Cada persona puede experimentar la energía lunar de manera diferente, lo que influye en sus reacciones emocionales. La Casa donde se encuentra la Luna señala las áreas en las que somos creativos y donde necesitamos desarrollar aptitudes para adaptarnos a la vida.
Por otro lado, Tauro es un signo materialista que encuentra seguridad en lo tangible. Para estar personas la estabilidad financiera y emocional es primordial por lo que se adaptan bien a un estilo de vida rutinario y predecible. No son amantes del cambio y es inflexible una vez que ha tomado una decisión. Son grandes hedonistas por lo que disfrutan de todos los placeres sensoriales, desde la buena comida hasta el confort físico. En el amor, son posesivos y buscan relaciones duraderas, basadas en la seguridad y el compromiso.
La Luna en Tauro en la Carta Natal refleja una madre posesiva y acumuladora, que utiliza mucho el contacto físico y material, como regalos, para expresar su afecto. Esta energía es plácida y lenta.
En la memoria afectiva, se destaca que le dieron lo que necesitaba y se sintió protegido materialmente. Por eso, le da mucha importancia a lo material, y es también a través de lo material como dice «te quiero». Con dinero y comida se siente tranquilo.
Las consecuencias de esta dinámica incluyen la percepción de que si tengo algún problema, no pasa nada porque enseguida vendrán a ayudarme. Puede ser caprichosa porque recibió afecto a través de lo material y deja que los demás decidan por ella. Necesita a alguien cerca que le sirva de apoyo. Hay un miedo al cambio y a la pérdida, lo que hace que se vuelvan controladores para evitar cualquier alteración. No rompe con las situaciones ni con las personas y no toma iniciativas para no perder ni generar cambios. Hay mucho apego y dificultades vinculares, como celos y posesividad en las relaciones. Es una persona muy práctica que solo cree en lo que puede tocar y le gustan las celebraciones donde hay intercambio de cosas. Suele disfrutar mucho de la naturaleza.
Conoce a la Luna