Después del atentado que sufrió Donald Trump este mes de Julio, yo creo que aun quedan menos dudas sobre su próxima reelección en noviembre como presidente de los Estados Unidos.
Durante su campaña ha dicho en varias ocasiones que una vez que vuelva a ser presidente acabará de forma inmediata con la guerra de Ucrania, uno de los principales focos de conflicto ahora mismo.
Pero en este tema también tiene mucho que decir Vladimir Putin, y que ambos presidentes se entiendan y negocien bien va a ser fundamental para llegar a un acuerdo que afecta al futuro de toda Europa.
En Astrología para ver la compatibilidad entre dos personas usamos la Sinastría, que consiste en superponer ambas cartas para analizar los aspectos que se crean entre los planetas de las dos personas.
Entonces Trump y Putin ¿se llevan bien? ¿se entienden?
En la Carta de Sinastría vemos en azul los planetas de la Carta Natal de Donald Trump y, alrededor en naranja, los planetas de la Carta Natal de Vladimir Putin.
Lo primero que llama la atención es la gran cantidad de aspectos que se crean, señal de que entre ambos hay una relación especial y reconocimiento mutuo.
En verde esta marcado el trígono exacto que se hace entre el Marte de Trump y el Marte de Putin. Este contacto habla de colaboración aunque con cierta competitividad. Pero el trígono es un aspecto benéfico así que ambos ven al otro como un oponente con el que se pueden entender y, seguramente, con el que le gusta trabajar.
Además se hacen dos aspectos benéficos entre el Sol y la Luna de Trump y el Mercurio de Putin, señalados en rosa en la imagen, que apoya el aspecto anterior de entendimiento mutuo y ganas de colaboración. En esta análisis Mercurio es un planeta muy importante porque representa como razonamos y como pensamos, y por tanto es esencial en una negociación.
Sin embargo hay una conjunción exacta entre el Júpiter de Trump y el Saturno de Putin, marcado en amarillo en la imagen. Este aspecto puede entorpecer las relaciones porque la ganas de expansión y crecimiento de Trump encuentra a un Putin demasiado limitante y estructurado. Además se da en el signo de Libra que es por definición la energía de los acuerdos y la diplomacia, y en donde Saturno esta mucho más fuerte que Júpiter.
Por último, se hace una cuadratura exacta entre el Saturno de Trump y el Mercurio de Putin, que al igual que el anterior aspecto, vuelve a mostrar problemas para llegar a un acuerdo porque uno encuentra al otro limitante y rígido.
En resumen, mi opinión es que ambos se respetan y se reconocen como interlocutores válidos pero les cuesta llegar a acuerdos porque, a la hora de la verdad, ambos creen que el otro es un terco y no da su brazo a torcer.
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