A todos nos suena el término «Mercurio retrógrado» o que un planeta pasa a directo, pero ¿realmente es tan importante? ¿Es algo frecuente o es un fenómeno muy extraño?
Ya en la antigüedad se sabía que los planetas realmente no retrogradan, sino que es un movimiento aparente cuando se les observa desde la Tierra. Aun así, lo consideraban como una debilidad para la expresión del planeta.
Lo que sucede es que su expresión se vuelve hacia adentro y nos pide que seamos más reflexivos. En el exterior parece que todo avanza más despacio y a trompicones, pero también puede traer personas y experiencias del pasado, dependiendo de la zona de la Carta Natal donde nos afecte.
Si te estás preguntando si es un fenómeno poco frecuente, la verdad es que no lo es. Mercurio, el planeta más cercano al Sol y con las retrogradaciones más famosas, se pone retrógrado tres veces al año por un período de unos 20 días. Venus, el siguiente planeta, lo hace cada año y medio durante unos 40 días.
Por encima de la órbita de la Tierra, Marte retrograda entre 58 y 80 días cada dos años. Y tanto Júpiter como Saturno lo hacen unos cuatro meses cada año.
Finalmente, los planetas transpersonales, que son los más alejados del Sol (Urano, Neptuno y Plutón), también se ponen retrógrados cada año durante unos cinco meses.
La Luna y el Sol, como es obvio, no pueden tener movimiento retrógrado.
Como ves, es un fenómeno bastante habitual que debemos tener en cuenta para alinearnos con los ciclos planetarios y los aspectos que van formando, pero al que no hay que temer para nada.