Los llamados partes arábigos, de origen helenístico, son una de las herramientas más antiguas de la astrología occidental. Aunque el Parte de la Fortuna, junto con el del Espíritu (puede leer el artículo Pars Futurorum), son los más conocidos, hay una gran cantidad de partes. De hecho, el astrólogo medieval Al-Biruni ya afirmaba en el siglo XI:

“Es imposible enumerar los partes que han sido inventados para la solución de preguntas horarias, o para respuestas relacionadas con el fin exitoso o auspicioso de una acción; su número se incrementa día a día”.

Para su cálculo es necesario diferenciar si la carta es diurna (el Sol está por encima de la línea del horizonte) o nocturna (con el Sol por debajo). La fórmula es:

• Carta diurna: Ascendente + Luna – Sol

• Carta nocturna: Ascendente + Sol – Luna

«Pars Fortunae» significa el grado específico “atribuido” a Fortuna, o “la porción de fortuna asignada al individuo por el destino”.

En la antigüedad, los astrólogos helenísticos daban a este Parte tanta importancia como al Ascendente y las luminarias, y lo interpretaban como un punto conectado con la prosperidad física, las posesiones y la reputación que se conseguirán. En la astrología moderna, aunque no se le da tanta importancia, sigue señalando el área de la carta en la que, de alguna manera, nos irá bien, donde «la fortuna» nos sonreirá. También indica el primer deseo o impulso interno donde se buscará la realización. El éxito o fracaso relacionado con ese deseo dependerá de la naturaleza y estado del regente del signo que ocupa el Parte.

Los asuntos de esa casa representan también lo que despierta un gran interés emocional en el nativo.

Vamos a ver cómo interpretarlo casa por casa.
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Una vez lo hagas, busca el símbolo circular con un punto en el centro y un círculo rosado. En este ejemplo, el Parte de la Fortuna está en el signo de Géminis, en la Casa 12.

Vamos a ver como interpretar el Parte de la Fortuna en cada una de las casas.

Casa 1
Los mayores beneficios se obtienen después de aprender a ser subjetivo no solo acerca de uno mismo, sino también en la percepción del mundo. Hay una gran habilidad para ver con ojos propios más que con los ajenos, lo que lleva a grandes logros. Su mayor suerte la encuentra actuando con independencia y autosuficiencia.

Casa 2
El dinero y las posesiones son muy importantes, y predomina un gran interés por las finanzas. Suele haber suerte en todo lo relacionado con el dinero, siempre que el regente esté en buen aspecto y no esté impedido por los maléficos. Su peor fortuna viene de lograr cosas que ya no le sirven para nada.

Casa 3
Encuentra realización en las buenas relaciones con los demás. La comunicación, oral o escrita, es su mayor anhelo, y su habilidad para pensar claramente es lo que al final le trae suerte. Seguridad basada en el pensamiento más que en lo material.

Casa 4
La felicidad llega a través de dar protección y nutrir todo lo que represente el comienzo de la vida: personas, animales, plantas… o incluso ideas y proyectos que necesitan cuidados. La estabilidad emocional es clave para su bienestar.

Casa 5
Encuentra su felicidad cuando está inmerso en algo creativo. Tiene habilidad para hacer realidad sus sueños. Puede poseer un talento especial, o simplemente una manera vital de actuar con creatividad. El juego y el disfrute siempre están presentes de una forma u otra.

Casa 6
La fortuna está en el trabajo. Esta persona se realiza a través del uso eficiente de su tiempo y energía. Aprende rápido y se siente satisfecha cuando lo que hace tiene valor o sirve a otros.

Casa 7
Aquí, el mayor valor personal se alcanza a través de los demás. Busca constantemente asociarse: en el matrimonio, las amistades o los negocios. La buena suerte siempre va de la mano de otros, y esta persona realmente es más feliz cuando actúa para agradar a los suyos.

Casa 8
Alcanza la felicidad a través de lo que recibe de los demás. Examina los valores que otros guardan celosamente, y al descubrirlos e incorporarlos a su vida, enriquece su experiencia personal. Se transforma al integrar el poder o los recursos ajenos.

Casa 9
Experimenta su mayor alegría buscando y descubriendo la verdad. Anhela conectar con una realidad superior, más allá de lo mundano. Hay una fuerte necesidad de viajar, explorar culturas o filosofías que expandan su visión.

Casa 10
Su mayor placer está en llevar a cabo los objetivos que se propone. Quiere ser reconocido por su comunidad y por figuras de autoridad. Los beneficios no llegan fácilmente: se ganan con esfuerzo sostenido y constancia.

Casa 11
La buena fortuna llega a través de los amigos y los proyectos colectivos. Atrae a personas brillantes, inspiradoras, con ideas originales. Puede ser reformador de valores sociales o culturales, y encuentra alegría en los ideales compartidos.

Casa 12
Aquí la felicidad viene de estar en paz con uno mismo. Aceptar su propio karma es clave para transformar la vida. Hay una fuerte vocación de servicio y compasión, características del eje 6–12, que es donde encontrará su mayor fortuna.

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