El trígono es un aspecto armónico de la naturaleza de Aries – Leo por lo que une a dos planetas del mismo elemento que colaboraran sin ningún tipo de obstáculo. Suelen simbolizar un talento innato de la persona y dan mayor resistencia y estabilidad frente a los cambios. Sin embargo, esta misma facilidad se puede volver en contra ya que no prepara para los cambios que traerán los tránsitos de planetas lentos.
La Luna es muy porosa e influenciable por lo que los aspectos que recibe alterarán mucho su función. Estos aspectos reflejarán en gran medida la facilidad o la dificultad que podemos tener para proteger y cuidar a los demás, así como para poder encontrar un refugio y una seguridad para nosotros mismo. La Luna es la que describe cómo nos adaptamos a nuestro entorno y a los que nos rodean por lo tanto es un indicador muy importante de lo fácil o difícil que nos resultará convivir con los demás.
Plutón, cómo todos los planetas transpersonales, simboliza una energía impersonal y ante la que no queda más remedio que rendirse. Plutón representa el poder absoluto, la muerte y resurrección, la destrucción para comenzar desde cero. También es la lucha más descarnada por la supervivencia. La Casa que ocupe representa el área de la vida en donde no quedará más remedio que reinventarse y donde se vivirán situaciones traumáticas. En aspecto, provoca que se viva la energía del otro planeta como algo amenazante, a vida o muerte.
El trígono entre la Luna y Plutón es un aspecto armónico que facilita los procesos de transformación personal desde una base de seguridad emocional y confianza interior. A diferencia de aspectos inarmónicos, aquí el cambio y la renovación se perciben como decisiones propias, aunque puedan ser dolorosas. Este trígono impulsa a crear un entorno emocional seguro que permita expresar nuestra esencia auténtica y superar temores profundos como el abandono.
Quienes tienen este aspecto en su Carta Natal suelen poseer una resistencia notable y una sensación de estabilidad interior que les ayuda a enfrentar desafíos con tranquilidad. Su confianza en su capacidad de superar adversidades les permite transformar las dificultades en oportunidades de crecimiento. Además, el trígono potencia una aguda percepción emocional, que permite comprender las motivaciones ocultas de los demás. Esta intuición es valiosa en las relaciones, pero a veces hace caer en el cinismo o la crítica.
Cómo el trígono fomenta la cooperación entre la Luna y Plutón, la energía transformadora de Plutón ayuda a la Luna a construir un entorno protector, mientras que la Luna, con su capacidad maternal, ofrece a Plutón un espacio seguro para realizar sus cambios. Este equilibrio permite que las transformaciones se vivan sin comprometer la esencia emocional de la persona.
El aprendizaje clave de este aspecto radica en usar la fortaleza interior y la intuición para fomentar cambios positivos, tanto en la propia vida como en la de quienes nos rodean. Es un llamado a explorar sin miedo las profundidades de nuestra psique y a aceptar el poder transformador de nuestra memoria emocional y familiar.
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