Símbolos de aspectos astrológicos para una entrada de Vivir En Astrológico.

OPOSICIÓN LUNA – VENUS

La oposición Luna-Venus genera conflictos entre necesidades emocionales y afectivas, que pueden sanar con trabajo interno, logrando relaciones equilibradas.

La oposición es un aspecto astrológico de la naturaleza de Aries – Libra por lo que pone en contacto signos que están enfrentados. Esto genera un conflicto entre dos energías muy distintas entre si lo que obliga a la persona a vivir uno de los planetas proyectado o oscilando entre uno y otro. Siempre implica un gran tensión interna que se refleja en la vida cotidiana.

La Luna es muy porosa e influenciable por lo que los aspectos que recibe alterarán mucho su función. Estos aspectos reflejarán en gran medida la facilidad o la dificultad que podemos tener para proteger y cuidar a los demás, así como para poder encontrar un refugio y una seguridad para nosotros mismo. La Luna es la que describe cómo nos adaptamos a nuestro entorno y a los que nos rodean por lo tanto es un indicador muy importante de lo fácil o difícil que nos resultará convivir con los demás.

Venus representa todo aquello que nos gusta y la manera en la que intentamos hacernos felices tanto a nosotros mismos como a los demás. Es la forma en que intentamos seducir y atraer a los otros por lo que también influye en cómo nos vestimos y nos mostramos. El signo en el que esté, representa la energía que nos gusta y a la que debemos acudir cuando nos sentimos mal. Los aspectos recibidos por Venus reflejaran la importancia que tiene para nosotros sentirnos valorados y amados y como lo demostramos. Cuando Venus aspecta a otro planeta los flexibiliza y lo hace más dócil. Siempre se debe analizar juntos a Venus y Marte.

La oposición entre Luna y Venus plantea un conflicto interno donde las necesidades emocionales y afectivas parecen estar en contradicción. En sus primeras etapas, puede manifestarse como la sensación de no ser capaz de conectar adecuadamente con los demás, originada a menudo en experiencias infantiles, especialmente relacionadas con la figura materna. Estas heridas emocionales de la infancia generan inseguridad, que puede llevar a un patrón de relaciones insatisfactorias y dependientes, caracterizadas por el chantaje emocional y la proyección de carencias internas en objetos o personas externas.

Esta inseguridad puede empujar a buscar refugio en lo venusino, como compras compulsivas, excesos alimentarios o vínculos de dependencia emocional, sacrificando las propias necesidades para complacer a otros. Sin embargo, estos mecanismos compensatorios solo perpetúan el círculo de incomunicación y descontento.

Para sanar, es crucial abordar las heridas emocionales internas, reconocer las inseguridades y detener la transferencia de necesidades emocionales a factores externos. Este trabajo personal permite transformar el conflicto inicial en una relación equilibrada entre las energías de Luna y Venus, donde ambas se apoyan mutuamente. Una relación basada en aceptación y conexión emocional genuina se convierte en fuente de confort y desarrollo personal, en lugar de un espacio de dependencia y manipulación.

Si te apetece leer más artículos sobre astrología, te invito a que visites la sección ASTRONEWS.

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.